Ayer fue un día especial e
inolvidable, de sentimientos encontrados
y sobretodo de mucho aprendizaje. Estudiando Stand Up comedy, tratando de
aprender la difícil labor de escribir e interpretar monólogos cómicos he caído en
cuenta y cuánta razón tiene mi profesor Gabriel Córdoba que los comediantes están
subvalorados, se tiene la imagen de un tío o una tía graciosos que se montan en
un escenario a decir lo primero que se les ocurra para hacer reír a la gente.
Nada más errado, no es solo la cantidad de trabajo creativo, escribir y
reescribir, inventar y reinventarse, sobretodo reinventarse como es mi caso,
empezando todo de nuevo a las 41 años, agarrándome del salvavidas de lo que
considero “talento” sintiéndome un poco descolocado en la mayoría de las
actividades sin contar el hecho de ser inmigrante. Es el trasfondo que hay detrás
de cada cómico como mi profesor Gabriel Córdoba que ayer presento su segundo
libro en La Casa del Libro y algunos
de sus alumnos estuvimos allí apoyándolo, otros de los alumnos hicieron un breve
monologo, luego la entrevista y una ronda de preguntas. Siempre me gusta
escuchar a Gabriel, aunque guarda distancia prudencial con los alumnos, es un
profesor comprometido, el tipo de profesional que al mismo tiempo de
desarrollar su carrera de artista ha
sabido esquematizarla y detallarla para poder retransmitir el conocimiento de
manera efectiva y eso no es fácil. Comentaba sobre lo complicada que es la vida
del comediante, las dudas, los cuestionamientos, la eficiente “gestión de las
emociones” que desde mi punto de vista es una genialidad haber resumido una
bomba atómica en esas cuatro palabras y que no se aplica solo a los
comediantes, cualquiera en su vida diaria debería hacerlo, gestionar sus
emociones. La entrevista no tuvo desperdicio, los presentes hicieron preguntas
y la verdad todo el mundo se pudo ir de allí con un bálsamo emocional, parte de
él don que debe tener un artista, un comico, tocar las fibras que te harán salir
de la presentación con una sensación plena y positiva o en su defecto
reflexionando sobre las crudas verdades que se dijeron a manera de chiste. Al
salir de la presentación fuimos a la academia, era lunes y día de clases, pero
ese día no habría clases, nos visitaría la consagrada comediante Patricia Sornosa,
ella daría una charla y le haríamos preguntas, ¿quién diría que no habría clases?
Fue una clase magistral. Llegamos y ella ya esperaba, debo confesar que no la conocía,
tengo mucho que aprender de la comedia española y para no ir tan perdido vi un
video de ella que me encantó, pero conocerla y escucharla hablar sencillamente
me embelesó. Allí estaba con su
cabellera rasurada y una presencia que ocupaba la academia, es una ferviente
defensora de los derechos de las mujeres, que desde mi punto de vista es algo
que no debería tener nombre, debería ser tácito y sobreentendido y menos tener
que luchar por ellos. Me recordó a Sinead o´connor que en los 90 apareció con
la cabeza rasurada y su cara angelical, si hablas de ella hoy en día nadie se
acuerda de una sola canción pero todo el mundo te dice: oh sí! La de la cabeza
rapada, absurdo por así decirlo. Así Patricia empezó la charla para cautivarme
completamente: “Yo enseñar nada, ¿vale? No tengo nada que enseñar y se me da
fatal, aquí estamos todos iguales” empezó a conversar con nosotros y confirmaba tantas cosas que nos había enseñado
Gabriel y que la diferencia con él no es más que la vocación de la docencia que
compromete al profesor a transmitir su conocimiento como parte de su aporte a
mejorar la materia que imparte y a la sociedad en la que vivimos. Patricia nos habló
de su inseguridad, de sus miedos, abriéndose
a nosotros sobre lo que sentimos todos los que queremos dedicarnos a esto, de como
quería escribir sobre algo que la afectaba en su emocionalidad pero que por
mucho tiempo que le dedicara o le afectara no daba risa, porque ese tema contiene
sufrimiento, ¿cómo voltear eso para sacártelo del pecho, denunciarlo a viva voz
y que de risa? ¡Por dios! Yo sabía perfectamente a lo que se refería, ser
escritor de temas que te afectan escribir un libro y luego pasarse un switch y
tratar de escribir monólogos cómicos, pero Patricia no lo dejo allí y entonces
agrego: escriban de ustedes, sobre quiénes son y escriban desde sus
sentimientos, escriban desde la IRA, si, desde la IRA, es maravillosa para
hacer comedia, que sorpresa me invadió el cuerpo, que sensación recorrió mi
cuerpo se puede escribir comedia desde
la ira!!, termino la charla y tenía que salir corriendo a trabajar porque
empezaba mi turno, me hubiera gustado tomarme una foto con ella y haberle dicho
lo maravilloso que me pareció todo lo que dijo. Así termine mi turno y me fui a
casa pensando en todo lo que había aprendido ese día de Patricia y Gabriel. Me acosté
en mi cama y empecé a leer noticias de Venezuela y cuántos muertos hubo durante
las manifestaciones y ver los videos de la represión, empecé a chatear con mi
esposa que esta allá con mi hija para saber si estaban bien, la angustia, la
rabia dieron paso al insomnio, seguí leyendo las redes encontrando la noticia
del atentado en Manchester, una bomba había matado a 22 personas y herido a 19,
la mayoría niños y adolescentes que salían de un concierto. La ira se apodero de mí, Patricia dijo que escribiéramos,
pero que voy a escribir, ah! ya lo tengo: Habían cinco Yihadista sentados en
una mesa armando una bomba, uno de ellos era un recién reclutado y pregunta:
Ali ¿para que es este botón? BOOOOM ¡! Y murieron todos…. ¿No da risa verdad? …
¡pero da una satisfacción! Gracias
Patricia… Gracias Gabriel.
Entre huir de esta sociedad moderna e internarme en una montaña a vivir como ermitaño, decidí escribir y tratar que me lean, aportar un poco de lógica incoherente a este mundo tan absurdo.
martes, 23 de mayo de 2017
martes, 9 de mayo de 2017
LITERANIA 2017
LITERANIA
2017
Recuerdo el primer día de
festival, llegábamos algunos con miedo
como el primer día de escuela, recelosos con nuestra obra bajo el brazo, habíamos
salido de nuestras madrigueras, de nuestros pequeños laboratorios de historias,
letras y pasiones, de ahí no queríamos salir, pero una voz nos decía susurrando
con voz grave y maléfica, de esos duendes que viven dentro de los que hacemos
esto, ese primer día era como la primera noche con una bella dama, todo podía venirse
abajo por la emoción, no sabía cómo se hacía nada pero la excitación me
embargaba, todo fue fluyendo, un pulpero indignado trato de incendiar el evento
o por lo menos así lo veía mi imaginario, pero gracias a dios todo salió bien.
Al día siguiente menos miedo y clima
inclemente, los corazones se abrieron y empezó la aventura, los duendes dieron
libertad a los autores, autores, mis autores, los nerd, los frikis de humanidades,
en sus escondites, en sus viajes, en su convivencia con sus personajes, el
festival estaba lleno, pocos autores pero muchos personajes, la carpa llena de
personajes, el gato Madriles saltaba de mesa en mesa dando zarpazos de alegría a
cuanta cosa encontraba para luego ronronear en las piernas de algún lector que
se acercaba a Manolo Sanahuja, también nos encontrábamos con el espíritu del sr
Rojas, con toda la serena solemnidad de un astrofísico, caminando con sus manos
atrás observando como Pierre Monteagudo luchaba para que las garras del olvido
no lo consumieran, se paraba como un padre orgulloso detrás de Pierre a
escucharlo como con vehemencia argumentaba su historia, con la voluntad inquebrantable
del que quiere decir la verdad y quiere que sea escuchada, luego al lado de mi
pequeño tablón olvidado como el nombre de mis cuentos estaba Esteban Díaz con
su esposa Jimena, casi no cabíamos, los personajes de Esteban ocupaban todo el
espacio, son tantos, a veces escalofriantes, no sé cómo vive tanta gente en su
imaginario cada uno con una historia diferente, a veces no sabía que ocupaba más
espacio si sus personajes o el aura maravillosa de él y su esposa. Al caminar
por el pasillo no podías distraerte porque pasaban los orcos de Jordi
Villalobos que de vez en cuando se detenían a tener alguna escaramuza con los
caballeros de Manuel Revilla, espadas chocaban en el medio del festival
mientras los lectores pasaban esquivando las luchas, Javier y Vanesa de
Universo Literario corrían persiguiendo autores, dos poetas que además de
escribir, se esfuerzan por dar a conocer a los desconocidos, que merito, que
bonito, ellos son mis autores, mis nerds mis frikis, nosotros los de las
letras, que sufrimos, vemos y padecemos la vida con otros ojos, con otra piel,
con otro corazón y otra imaginación, unos cuentan historias que querían ser
olvidadas, otros recuerdan historias para las nuevas generaciones, otros se
transportan a otros tiempos donde existían caballeros, esos que hacen tanta
falta, transportado a un mundo de fantasía que pueda alejarnos de este mundo de
mierda, luego me encontré en el bar a
los escritores de las tormentas, así ese día conocí al primer escritor, Ricardo
García-Aranda con sus poemas, con su amor eterno y dolor infinito compuesto por
un armazón de risas y rudeza que esconde lo que padece el poeta, allí nos
encontramos él con su poema y yo con mis cuentos, de los que no hablamos para
no llorar, porque llevamos el alma a cuestas, por nuestra magia, la de los
frikis, los nerd de las letras, hasta pronto literania, gracias por tanto.
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